El estratega falconiano indicó que la escogencia de los refuerzos para la postemporada no le fue consultada.
“Cuando me nombraron a Jay Gibbons yo le dije a la directiva, específicamente a Enrique Brito (Gerente Deportivo) que si se incorporaba a este jugador había que sentar a René (Reyes) y ellos me dieron luz verde”, afirmó Dorante. A su vez argumentó que si decidían “traer a Gibbons era para ponerlo a jugar y no para dejarlo de cheerleader”.
“Yo a René (Reyes) le dije la verdad y ellos no quieren enfrentar esa verdad. Nunca en mi carrera he engañado a ningún pelotero”.
Dorante no discute su cesantía sino la forma en cómo lo hicieron. “No comparto la manera pero acepto la decisión. Me parece que hubo falta de profesionalismo porque cuando ellos me firmaron yo tomé un avión desde Miami a Caracas para conversar. El despido también debieron hacerlo así y no por teléfono, porque ellos sabían que yo llegaba el domingo”.
Aseguró que la salida de Osmín Meléndez, coach de banca y su mano derecha fue un preaviso porque “ya venían por la cabeza”.
El estratega fue mánager de Bravos de Margarita por espacio de dos temporadas: 2009-10 y 2010-11. En ambas logró meter al equipo en los playoffs.
Durante la primera, dejó récord de 30 triunfos por 33 reveses en ronda regular, números con los que avanzó al Round Robin en la cuarta plaza. Ya en postemporada sólo pudo cosechar cinco victorias y con 11 derrotas Bravos culminó en la última posición del todos contra todos.
En total, durante la zafra 2009-10, fueron 35 ganados y 44 perdidos.
Ya en la actual, Bravos avanzó de ronda con 31 y 30 pero esta vez con el quinto y último boleto. En el Round Robin, Dorante no consiguió números positivos y sumó par de derrotas.
De esta manera, tras dos años de dirección con la novena insular, su récord queda en 66 triunfos y 76 derrotas para un porcentaje de 464.
Pero para el falconiano, lo importante son los resultados globales. “Estoy agradecido con mis peloteros porque siempre fueron ellos los protagonistas y así lo sintieron. Haber tenido armonía, durante dos años, entre ellos y de ellos hacia mí me llena mucho. Se fajaron como los buenos y a pesar de que Bravos no contaba con figuras de Grandes Ligas le pusieron corazón y eso lo demostraron alcanzando dos playoffs”.
En cuanto a la afición, Dorante está convencido de que “ellos pudieron disfrutar de dos temporadas consecutivas pasando a las semifinales conmigo y eso hizo que la fanaticada creciera. Esas clasificaciones trajeron más gente al estadio, cosa que también es positiva para los mismos peloteros”.
Finalmente, el coordinador de desarrollo para Latinoamérica de Piratas de Pittsburgh, de 42 años, deseó la mejor de las suertes a Bravos de Margarita en el Round Robin y espera que “los muchachos se metan en la final y se lleven ese título”.
Planes a futuro no hay por los momentos. Dorante se va a dedicar a su familia. Luego, a esperar las llamadas y estudiar ofertas, bien sean de República Dominicana, Venezuela o de donde provengan.
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